Felicidades si te llamas Jorge o Georgina, si eres Miguel de Cervantes (vete a saber si su espíritu se ha vuelto adicto a los blogs), y si escribes, lees, vendes, coleccionas, prestas y/o custodias esos objetos peligrosos llamados libros.
En los dos primeros casos (nombre o aniversario), la felicitación es contingente y puntual.
En cualquiera de los otros, considera extendida y reiterada mi felicitación por el resto del año y los demás años venideros de tu, espero, larga y fructifera vida.
He dicho.