Los héroes

30 09 2008

Gorgonas solteronas

urden

sustos para los amantes.

Mezquinos diosecillos

les planean

vagos desencuentros.

Pútridas arpías

se cagan

en sus sábanas.

A veces

aparece

un Ulises, un Hermes, un Teseo

que lavan las sábanas

o ahuyentan el miedo

y hacen coincidir lugares y momentos.

Otras veces

andan ocupados

volviendo a su chalé

o testando Reeboks voladoras

o en íntimas ferias taurinas

(esas cosas que suelen hacer los héroes a jornada completa)

y los amantes deben

resignarse a los designios

de esas cifras de lo inmundo,

esas máscaras del azar o del destino,

ya sin héroes ni paladines,

abandonados a su suerte y a sí mismos,

a sus propias manos y la liberación que late en ellas

agazapada.





Muros

30 09 2008

Hacer caer los muros

o pasarte la vida arañándolos. 

Averiguar quién eres realmente

o continuar viviendo esa mentira que llamas yo

Ver tu verdadero rostro

o seguir aferrado a esa mascarada

que te devuelven los espejos

y las fotos de primera comunión. 

Vivir sin temor al sufrimiento

o sobrevivir en la cómoda

ficción de tu mazmorra. 

Derribar los muros

que te protegen y te ciegan,

dejarte llevar por el fabuloso caos que es la vida

o persistir en ese simulacro de orden que es tu prisión.





Deberes para hoy

28 09 2008

 

Recuperar los nombres de las cosas
o, más exactamente, aplicar viejos nombres a las cosas nuevas
                                     y crear nuevos nombres para las viejas cosas.
Sacar el mar del armario.
Reflexionar seriamente sobre lo que esconden tus sábanas,
                                                     lo que oculta tu camisa.
Averiguar cómo era el rostro que me devolvían ayer los espejos.
Comprobar que los enemigos siguen siendo los mismos
               (ayudarse, en esta tarea, de prensa, radio y televisión).
Tomar un melocotón de la cesta.
Oler el melocotón.
Constatar que nada huele mejor en el mundo
               (Salvo tu piel).
Telefonearte y decirte que nada huele mejor en el mundo
               que un melocotón recién tomado de la cesta
               (Salvo tu piel).
Escribir al enemigo más íntimo para agradecerle que lo sea
               (Nada hay peor que no saber contra quién se lucha).
Volver a recuperar los nombres de las cosas.
Constatar que, nuevamente, las cosas se ocultan tras los nombres, inasibles.
Reanimar el ánimo paseando por el parque.
Comprobar que mi árbol continúa estando allí.
Volver a casa y ordenar la biblioteca.
Caminar tras la idea del río.
Desordenar la biblioteca.
Releer a Heráclito, a Manrique, a Conrad, a Borges, a Yeats.
Abandonar la biblioteca en desorden con la satisfacción del deber cumplido.
Perseguir por el pasillo una baba del diablo que va a dar en la mesilla del teléfono.
                               Y citarme contigo.
Comprobar que la cama está hecha.
Comprobar que el amor no está hecho.
Deshacer la cama
                                para hacer el amor.
Reavivar tu llama.
Revivir en ti.
Reinventar nuestros ritos.
Retomar mi caída al cálido infierno de tu sexo.
Reconocerme en tus gestos.
Olvidar las palabras aplicadas a las cosas.
Empezar de nuevo.





Un taller interesante

23 09 2008

Me llega esta noticia y la cuelgo aquí. El taller en cuestión lo imparte Alberto Hdez, uno de los mejore ilustradores de estos pagos. Advertidos quedan.





11 de septiembre

13 09 2008

Ayer, 11 de septiembre, se conmemoró uno de los mayores desastres de la historia de la democracia. Tal día como ayer, fue vulnerada por la fuerza la soberanía de un país que representaba un claro avance en las libertades y miles de personas pagaron con su vida por un modo justo de pensar y de vivir.

El horror, la barbarie, el fundamentalismo dieron un golpe mortal a una sociedad ilusionada con el progreso, la paz y el bienestar. Pero tal hecho no sólo afectó a un país, sino que afectó profundamente la forma de entender la política internacional.

Uno, que no es amigo de efemérides y olvida, incluso, cumpleaños de personas muy cercanas, se despistó ayer y no colgó la debida entrada. Por eso hoy, 12 de septiembre, comienza el día yendo al ordenador y escribiendo esto: una simple nota, un pequeño recuerdo, unas frases para recordar que tal día como ayer, 11 de septiembre, cercado en el Palacio de la Moneda, Salvador Allende se suicidó.





Aviso pegado en un tablón de anuncios

9 09 2008

Homenaje a Juan José Arreola.

Perdido amor eterno.

En el momento de su desaparición era alegre y franco y producía una indescriptible sensación de excitación y paz entremezclados.

Fue sentido por última vez el primer día de invierno a las tres de la tarde, cuando se observó una inasible frialdad opaca en los ojos de la persona amada.

Se advierte a solitarios y adolescentes no intenten retenerlo. Riesgo de melancolía, decepción, ira, impotencia e irreprimibles deseos de arrojarse al vacío.

Se ruega a quien lo localice sírvase dar aviso en las señas que figuran al pie, hogar del consternado propietario.

Cualquier información será generosamente recompensada.





2 09 2008








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