Recuperar los nombres de las cosas
o, más exactamente, aplicar viejos nombres a las cosas nuevas
y crear nuevos nombres para las viejas cosas.
Sacar el mar del armario.
Reflexionar seriamente sobre lo que esconden tus sábanas,
lo que oculta tu camisa.
Averiguar cómo era el rostro que me devolvían ayer los espejos.
Comprobar que los enemigos siguen siendo los mismos
(ayudarse, en esta tarea, de prensa, radio y televisión).
Tomar un melocotón de la cesta.
Oler el melocotón.
Constatar que nada huele mejor en el mundo
(Salvo tu piel).
Telefonearte y decirte que nada huele mejor en el mundo
que un melocotón recién tomado de la cesta
(Salvo tu piel).
Escribir al enemigo más íntimo para agradecerle que lo sea
(Nada hay peor que no saber contra quién se lucha).
Volver a recuperar los nombres de las cosas.
Constatar que, nuevamente, las cosas se ocultan tras los nombres, inasibles.
Reanimar el ánimo paseando por el parque.
Comprobar que mi árbol continúa estando allí.
Volver a casa y ordenar la biblioteca.
Caminar tras la idea del río.
Desordenar la biblioteca.
Releer a Heráclito, a Manrique, a Conrad, a Borges, a Yeats.
Abandonar la biblioteca en desorden con la satisfacción del deber cumplido.
Perseguir por el pasillo una baba del diablo que va a dar en la mesilla del teléfono.
Y citarme contigo.
Comprobar que la cama está hecha.
Comprobar que el amor no está hecho.
Deshacer la cama
para hacer el amor.
Reavivar tu llama.
Revivir en ti.
Reinventar nuestros ritos.
Retomar mi caída al cálido infierno de tu sexo.
Reconocerme en tus gestos.
Olvidar las palabras aplicadas a las cosas.
Empezar de nuevo.
Por fin volviste, y con un texto incomparable. Como siempre, seguís siendo el mejor.
Hijodelagranp..
Y que uno tenga que escribir dos mil folios para que despues venga un brujo de palabras a joderle el invento…
¿Quién decías que no era poeta, coleguita?
Me encanta sacar palabras de las palabras Alex: «soledad» si le sacamos el «sol» se nos queda solo «edad», es decir una edad bajo un sol radiante.Y si algo o alguien se nos torna «amargo» le sacamos el «amar» y le decimos go go.Y te has dado cuenta que si hablamos de sentimientos hablamos de mentiras «sentí» «miento» será porque casi siempre disimulamos… nos avergonzamos de mostrarnos…sen-timos, te estimo, es- timo.A veces no hace falta ir a la raíz etimológica, solo jugar con la lógica (ilógica).
De acuerdo con Eduardo, esto es poesía… Alex dos besos
http://100cuentos.blogspot.com
Quieres participar?
Me gustó mucho el cuento de «Las ofrendas», lo leí ayer. Siento más empatía por ese tipo de historias que por las romanticas que acaban bien. Si vas al cine vete a ver Vicky Cristina Barcelona, a mi me encantó. Muchos besos.
Gracias, Maldini, Sandra, Eduardo, le levantan el ánimo a cualquiera.
Maite: Muy interesante esa neoetimología. Y potencialmente muy divertida.
Carlos: Me gustó mucho tu blog. Pero, ¿cómo podemos participar?
Dánae: Muchas gracias por acordarte de ese cuento. Ha sido tan olvidado que ya ni siquiera yo lo recordaba. Dónde empieza el placer y dónde el dolor… Es un tema para pensarlo.
No se cómo se puede olvidar una historia así, a mi me pareció de lo mejor, de hecho, me pegue un buen rato dándole vueltas a la cabeza. Aunque habrá gente que no lo entienda y por eso no le guste. Es el maravilloso, extraño, y muchas veces incomprensible, mundo de las pasiones. Cuando comienzan a convivir en el mismo cuerpo el amor y el odio. Pero de alguna manera, los que somos muy apasionados, o los que hemos pasado por relaciones tormentosas lo entendemos. Afortunadamente aun no le he enviado ninguno de mis deditos a nadie. (por ahora)