¿Un nuevo peligro?

22 05 2009

A don José Rodríguez Ramírez, decano de los humoristas canarios.

Un conocido periodista, que firma como Acorán Romén de San José, me pide que reproduzca aquí un artículo que publicó recientemente en su diario, La Noche, con el fin de garantizar al mismo la máxima difusión, ya que, según opina, ésta es radicalmente necesaria. Accedo a su petición, advirtiendo a los lectores que no me hago responsable de sus palabras.

Una nueva amenaza contra nuestra soberanía

Nuevamente, Canarias (muy especialmente las islas de Nivaria y Tamarán, así como algunas zonas de Maxorata) sufre el ataque descaradamente caciquil de los oligopolios monopolistas internacionales, con la connivencia del Gobierno Colonial Español y los poderes fácticos locales.

Cuando parece que nos hemos librado de la alargada sombra de ese demonio transnacional de la construcción, cuya presencia e implantación en el territorio patrio ya denunciamos desde estas mismas páginas como competencia desleal e injusta para nuestros humildes constructores (me refiero, como el lector informado supondrá al gigante de la construcción Urbanización Piso Piloto, que hace unos años sembró de carteles nuestras más queridas zonas turísticas y de recreo), y justo ahora, en un momento de crisis tan devastadora para nuestros pobres compatriotas que se ven obligados a vender, incluso, sus teléfonos (basta con salir a la calle para constatar como por doquier se cuelgan anuncios con la leyenda “Se vende teléfono” seguida del número de referencia, pegada a ventanillas de automóviles, ventanas de viviendas y escaparates de comercios), otro demonio capitalista ha aprovechado la actual coyuntura para desplegar sobre nuestro territorio una mortífera red que amenaza con invadirlo completamente, aplastando a nuestro sufrido sector de la venta de productos farmacéuticos. Hablo, por si no lo han adivinado, de la siniestra Apotheke.

Sí, querido lector, aun a sabiendas de que nuestro valor nos traerá represalias, no dudamos en alzar nuestro dedo acusador, con el vigor que la ira de los justos le confiere para decir: Farmacias Apotheke está intentando aplastar a nuestro ya menoscabado sector de los medicamentos.

Y nadie, hasta ahora, se ha atrevido a denunciarlo. Nosotros, en un paseo reciente pudimos constatar cómo, poco a poco, han ido proliferando los negocios de este ramo adquiridos impunemente por tal firma, que suponemos alemana.

A todo esto, nos preguntamos qué hace el Gobierno Colonial para luchar contra esta lacra o, más exactamente, qué oscuros intereses garantizan su colaboración con esta siniestra empresa, cuya razón social estamos intentando (hasta ahora infructuosamente) averiguar. Y, sobre todo, qué vas a hacer tú, hombre o mujer canario, por cuyas venas corre, pura, la sangre de Doramas y Hautacuperche, para frenar esta nueva injusticia, que forma parte del astuto plan del Gobierno Colonial para vender nuestro país al mejor postor, poco a poco y en nuestras propias narices.

Por nuestra parte, investigaremos incansable y minuciosamente (aunque esto nos cueste las habituales críticas y represalias) hasta dar con la verdad y descubrir qué aviesas intenciones se esconden tras esa sospechosa marca que responde al nombre de Farmacias Apotheke.

Continuaremos vigilando, siempre alerta contra el invasor extranjero. Garantizaremos que nuestros empresarios puedan ejercer su labor sin la intromisión de las grandes corporaciones que trabajan codo con codo con el invasor, porque nada debe interponerse en el camino del noble pueblo canario hacia su libertad y su propósito de expansión que, como ya hemos anunciado en otras ocasiones, deberá comenzar con la necesaria invasión de los territorios de Marruecos, Mauritania y Guinea Ecuatorial. Y eso, también lo hemos dicho, sólo será el principio.

Acorán Romén de San José








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