Si eres amante de la literatura en general y de las novelas de aventuras y fantasía en particular, no deberías perderte esta historia en la que hay tiranos, combates entre colosos, hombres salvajes socializados por prostitutas, paladines que se unen para luchar contra ogros y toros salvajes, y largos viajes en busca de antiguos sabios que guardan el secreto de la inmortalidad. Es un libro que salió en bolsillo a finales del año pasado y que vale la pena tanto por su acción incesante como por su belleza poética.
Para ser exactos, es una nueva edición, pero el libro no es nuevo. De hecho, es el más viejo que existe: La epopeya de Gilgamesh, el texto literario más antiguo que se conoce (se supone que las primeras versiones orales son de 2300 a.C., aproximadamente). Está recogido en unas tablillas paleobabilónicas, en escritura cuneiforme, en lengua sumeria y acadia. Desde hace unos cien años, los estudiosos trabajan en la traducción de esos fragmentos, que se van incorporando a las versiones preexistentes.
En el Gilgamesh está la primera ramera de la ficción, la primera amistad, la primera rebelión contra los dioses, la primera elegía, la primera reflexión sobre la muerte y la primera crítica al poder absoluto. Es un libro fascinante que entusiasmó, entre otros, a Rilke y del que Borges dijo que, probablemente, ya estuvieran contenidos en él todos los temas importantes de la literatura.
Después de leerlo, entenderás mejor otros libros. Incluida la Biblia, que “tomó prestado” al Gilgamesh el asunto del diluvio (si el personaje de Uta-napishti no es el directo inspirador de Noé, que venga Dios y lo vea).
Esta edición, al cuidado de Andrew George, con prólogo de José Luis Sampedro y abundancia de ilustraciones, notas, cuadros cronológicos y aclaraciones acerca del laberíntico panteón de dioses babilónicos, se puede leer de dos formas: los amantes de la erudición pueden disfrutarlo con todos los estudios y aclaraciones que contiene. Pero los lectores interesados sencillamente en la buena literatura pueden ir directamente a leer La epopeya de Gilgamesh (no son más que unas cien páginas) y, siguiendo a Gilgamesh y a Enkidu en sus aventuras, disfrutar como enanos con esta historia de batallas, viajes, amores, amistad y fantasía, a la que por no faltarle, no le falta ni erotismo.
La epopeya de Gilgamesh, Barcelona, Mondadori De Bolsillo, 330 páginas.
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