Mientras ordena el salón, descubre por qué abunda más el horror que el amor. El hallazgo es tan repentino como sencillo: todo el horror del mundo cabe en un mando a distancia; todo el amor del mundo cabe entre las páginas de un libro de sonetos. Un libro no resulta tan manejable, tan práctico, tan fácil de manipular con una sola mano. Sin embargo, aún queda esperanza: un libro no necesita baterías.
Fuentes de alimentación
11 12 2011« De segunda clase El martirio del perro »
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Información
- Fecha : diciembre 11, 2011
- Etiquetas: Cuentos, microrrelatos, short short stories
- Categorías : Cuentos, General
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