Tras De aquellas transiciones estos lodos y Trópico de Cáncer VS. Trópico de Capricornio, el ciclo de encuentros sobre novela negra que estamos celebrando cada jueves en la Biblioteca Pública del Estado bajo la denominación Crímenes Ejemplares 2012 (evidentemente, habrá un Crímenes Ejemplares 2013) llega a su ecuador.
Hasta ahora, según las opiniones que el respetable me ha trasladado, los encuentros han resultado didácticos y, sobre todo, amenos (que es lo importante, no nos engañemos: a nadie le apetece asistir a un acto aburrido). La charla de esta semana lleva por título Malditos bastardos. Algunos chicos malos del noir. Si he tomado prestado el título de la distopía bélica de Tarantino es porque me venía de perlas para este recorrido por las obras y biografías de algunos autores imprescindibles que, sin embargo, no son demasiado conocidos por el gran público.
En la lista de bastardos que te he preparado hay alcohólicos, por supuesto. Pero también serios intelectuales que escribían novelas radiofónicas, exguerrilleros desencantados con la revolución y populares sacerdotes que acabaron en la marginalidad. Estos chicos malos no intentaron adoctrinar a sus lectores proporcionándoles respuestas, sino obligándoles a plantearse preguntas (en ocasiones muy incómodas) acerca de la realidad. No escribieron textos amables, complacientes, destinados a un lector burgués. Antes bien, se situaron en el terreno de la bastardía, mordiendo la mano de quien les daba de comer, en novelas memorables de extraordinaria vigencia, algunas de la cuales contienen páginas inolvidables. En pueblitos de la América profunda o de la campiña francesa, en los cantones suizos o en la España de Franco, sitúan sus historias de sheriffs corruptos, sicarios por encargo, comisarios obsesionados con asesinos de niñas y jueces homicidas, que sirven como excusa para iluminar las zonas más oscuras del ser humano, tanto individualmente como en su correlato colectivo.
Si te apetece conocer los nombres de la lista y pasar un buen rato haciendo eso que nos gusta tanto (reunirnos para charlar sobre literatura) ya sabes dónde estaremos (en la Sala de Actos Manuel Padorno de la Biblioteca Pública del Estado en Las Palmas) y cuándo (este jueves 22 de marzo, a las 19:30). Ya lo sabes, guerra avisada…
«comisarios obsesionados con asesinos de niñas…» Uf. La película de Ladislao Vajda «El cebo», 1958, -que vi por primera vez una tarde entre semana de hace más de 30 años (jopé) en la tele, para mi extasiado y sorprendido horror, en vez de la españolada de turno-, siempre me pareció magnífica; no sé si viste la versión de la misma protagonizada por Jack Nicholson y dirigida por Sean Penn… que ya sé, no es igual… y ya sé, no es novela, es cine. Uffff.
Saludos.(¿Viste el link que te dejé en tu muro, sobre la trilogía Red Riding, de Channel 4?)
Scht… No me destripes la conferencia. jejejeej. Si eres fan de esa peli, te interesará esta charleta. Esas dos pelis (y otra más, que no he conseguido) están basadas en una novela de Dürrenmatt. La de Penn es estupenda, pero me sigo quedando con la de Vajda, que nos traumatizó a todos cuando éramos chicos y la pasaron en horario de tarde, pensando que, como era del director de «Marcelino, pan y vino» y salía una niña… Indudablemente, la mejor peli de Vajda, con una fotografía fantástica. La he vuelto a ver varias veces (la última, en pantalla grande, en la Casa de Colón) y sigue fascinándome.
Sí vi el link, gracias. Habrá que engancharse 🙂