Mi primer contacto con el trabajo creativo de Marcos Hormiga fue, creo, musical, gracias a las hermosas canciones que Javier Cerpa había compuesto a partir de algunos de sus poemas y que él y Beatriz Alonso interpretaban en De soledumbres. En aquel disco aparecían cortes en los que la voz de Hormiga creaba una atmósfera llena de colores y de falsa serenidad, muy parecida al paisaje majorero que evocaban sus poemas. Luego, cuando me hice con el libro, comprobé que la perfección de esa voz se correspondía a la perfección del texto.
Gracias también a Javier y Beatriz pude conocer a Hormiga personalmente. Y luego, el azar o el destino ha hecho que nuestros caminos se crucen en diversas ocasiones, haciéndonos compañeros de viaje, de disco o de escenario. Marcos es un buen, un estupendo poeta, mucho mejor que muchos sobre los que se escriben tesis doctorales. Domina motivos, ritmos e imágenes y suele salir vencedor en la batalla contra el lenguaje que entabla todo aquel que elige contar el mundo a través de sus versos. Pero como todo verdadero creador, nunca se ha conformado con dominar una sola disciplina y, así ha explorado otros caminos, que incluyen el repentismo y la poesía popular.
Ahora, Marcos Hormiga da un giro en su labor haciendo una incursión en la narrativa. O, mejor, dos giros, porque aparecen, en el mercado, dos libros muy diferentes: una novela y un libro de relatos.
La novela lleva por título Dentro de la piedra (Turat-è) y es una historia de corte fantástico orientada al público juvenil que cuenta las aventuras de dos adolescentes que hacen un viaje en el tiempo a la Canarias prehispánica, viviendo diversas aventuras e intrigas tanto con los aborígenes como con la tripulación de un barco esclavista. Esto es: a partir del eco de Un yanqui en la Corte del Rey Arturo, de Mark Twain, Hormiga aprovecha para acercar a los jóvenes a la vida diaria y los problemas de una comunidad sobre la que aún se extienden amplias lagunas de conocimiento cierto.
El libro de cuentos, Micro r retratos, consta de veinticuatro cuentos literarios de varia invención y corte fantástico. Algunos de ellos recuerdan vagamente a los Cuentos de un minuto, del húngaro Istvan Örkény. Otros hacen pensar en Virgilio Piñera, en Juan José Arreola, en diversos bestiarios. Todos se internan en el mágico territorio del absurdo, tan caro a los grandes cuentistas, y muestran un sentido del humor feroz tras una sólida estructura que es mostrada solo a leves pinceladas.
Ambos libros, que nacen a la vez, publicados por Mercurio Editorial, se presentarán también al mismo tiempo en un único acto, que tendrá lugar este viernes, 18 de diciembre, a las 19:00, en la Sala de Grados de Humanidades (en el Campus del Obelisco). Marcos Hormiga estará acompañado en esta ocasión por el también polifacético Yeray Rodríguez y por el arriba firmante. Allí nos vemos.