Ahora que estamos solos, aprovecho un rato de relax durante el Día de Canarias, para contarte estos, para mí, han sido días de mucho ajetreo y mucho trabajo público (y con público), pero sarna con gusto no pica, aunque sea a costa de tener algo abandonado este blog. Por lo pronto, en las últimas semanas Factoría de Ficciones ha alcanzado ya su ecuador (comienzan a aparecer algunos de los cuentos en el blog correspondiente) y ambos grupos del Laboratorio Creativo Anroart se encaminan ya hacia el desenlace de esos talleres que venimos desarrollando en las instalaciones de la ULPGC desde el otoño pasado.
Por otra parte, también ha habido muchos contactos con colegios e institutos. Los más recientes: un taller en torno a El corazón delator, de Edgar Allan Poe, en el Colegio Oficial Alemán en Las Palmas de Gran Canaria y un taller de cuento literario en el IES Teror. Los resultados de este último irán apareciendo también en un blog abierto ya hace algún tiempo por anteriores almnos y alumnas de ese mismo centro.
Y, a todo esto, viene a sumarse una nueva actividad: un taller de introducción a la narrativa que tendrá lugar en Unibelia. Comenzaremos la próxima semana (el 7 de junio), pero mañana jueves tendrá lugar una primera actividad, abierta al público en general (aunque, por motivos de aforo, es necesario hacer reserva previa).
Por la foto y el enunciado parece que soy un escritor serio y sesudo, pero tú ya sabes que prefiero la artesanía. Así que, si te apetece pasar un rato tratando sobre artesanías narrativas, ya sabes dónde nos vemos.
Además de todo esto (y de algún otro proyecto que está a punto de comenzar), aprovecho que estamos en la intimidad para contarte que también sigo trabajando en casa y que ando enfrascado en una nueva novela de la serie de ese cascarrabias que tantos enemigos me crea, el viejo Eladio Monroy. Y, ya lo sabes, guerra avisada…