
Con Paco Camarasa y José Luis Ibáñez Ridao. No quiero engañarme, pero juraría que veo en primer plano el perfil de Jokin Ibáñez y, al fondo, se atisba el ala del sombrero de William C. Gordon
La primera vez que presenté un libro fuera de Canarias fue en la librería Negra y Criminal, que Montse Clavé y Paco Camarasa han regentado en la calle de La Sal en Barceloneta (Barcelona) desde 2002. Allí he tenido siempre mi casa y allí conocí o acrecenté mi amistad con muchos de los que hoy soy grandes amigos. José Luis Ibáñez, Gloria Blanco, Andreu Martín, Raúl Argemí, Rosa Ribas, Carlos Zanón, Cristina Fallarás, Empar Fernández, Leo Coyote, José Andrés Espelt, Jokin Ibáñez, Anna María Villalonga, Lorenzo Silva, Carlos Quílez (son muchos más, escribo de memoria). Y allí compartí vino y mejillones (y ron y queso canario, si se terciaba) no solo con muchísimos lectores sino con gente de la que yo era lector (como de algunos de los anteriores): Jaume Ribera, Anne Perry, Petros Márkaris, William C. Gordon (nos veo a ambos compartiendo una botella de vodka que él había traído para la firma). Allí me sacó fotos Anna Portnoy. Allí ambienté un pasaje de una de mis novelas (pero muchos años antes, cuando Paco y Montse aún no habían nacido) y a ellos, a Montse y a Paco, los incluí en la dedicatoria de mi última novela. Allí conocí a Ella Sher (que hoy es mi agente) y me consta que Paco Camarasa tuvo mucho que ver en que Alrevés (Gregori Dolz, Josep Forment, Ilya Pérdigo) apostaran por adoptar la estrategia del pequinés.
He tenido la suerte de curarme de las resacas con los caldos de Montse (a los que nunca faltó su poquito de apio), de discutir horas y horas con el corso Maurizio Pisu y de que Paco acabara echándome diciendo que yo ya era el último, que tenía que cerrar, que me fuera a seguir la juerga a otra parte.
Ahora sí que me tengo que buscar otro sitio para hacer amigos o codearme con los autores que admiro, otro sitio donde beber vino, conocer a mis lectores o hacer lectores nuevos, porque a partir del 3 de octubre, Negra y Criminal cierra sus puertas. Y me gustaría ser el último al que Paco corriera también esta vez de la librería. Pero no va a poder ser, así que, hazme el favor: si estás por allá, ve y dales la lata y píllate un último libro y diles que se les quiere y se les necesita, como yo lo haría de estar en tu lugar.
En este enlace están aquellos autores que pasaron por Negra y Criminal a lo largo de 13 años. Solo faltas tú. Hasta el día 3 de octubre, si estás en Barcelona, tienes tiempo de pasar por allí y demostrar que los lectores no somos tan desagradecidos. Por lo que fue. Por lo que siempre será: la casa de todos los canallas buenos, de todos los rufianes lindos.