La palabra dada

5 07 2008

Foto: Gradocaine

X obsequia a Y una palabra de afecto. Es una palabra exacta y bella, elegante y sobria mas no exenta de cierto lirismo. X la aprendió en la infancia, entre juegos de patio y lecciones de matemáticas y la guardó en un lugar privilegiado de su memoria, dándole a lo largo de su vida el uso justamente suficiente para que sobreviviese en buen estado, pero con morosidad, como si temiese gastarla, como si utilizarla demasiado pudiese agotarla, banalizarla o volverla superflua. Nunca supo bien por qué. No obstante, ahora, al regalársela a Y, X comprende que ha conservado esta palabra durante todos estos años únicamente para Y, para este preciso instante en que Y, entre el rubor y la sonrisa, recibe este regalo de belleza indefinible aunque innegable.

Por su parte, Y toma la palabra, la acaricia apenas con sus oídos, la paladea lentamente y la guarda con profunda fruición, casi con la minuciosa codicia de tiempos de estraperlo, elogiando a X su buen gusto y agradeciéndole de todo corazón el hermoso presente.

Cuando se despiden a la puerta del café donde ha tenido lugar el encuentro, X observa con entusiasmo cómo Y se aleja, su andar ensimismado, su gesto placentero. Espera hasta que Y desaparece en la boca del metro y se encamina, a su vez, hacia su casa, pensando con ilusión en que hoy por fin ha caído uno de los muchos velos que existen entre ambos, gracias a esa palabra que el azar o el destino le empujaron a conservar hace tanto tanto tanto tiempo.

En el metro, con una dulce sonrisa en los labios, Y musita la palabra recibida de X. La repite varias veces para fijarla en su mente de forma indeleble. Es una palabra flor, una palabra amanecer, una palabra ternura. Debe recordarla en cada una de sus sílabas, cada uno de los sutiles sonidos concurrentes en ella, porque faltan aún varios días para que Z llegue a la ciudad y teme olvidarla.


Acciones

Información

17 responses

5 07 2008
Eduardo

El amor, o la delicadeza o quién sabe qué, llevan a menudo a ser autores para un sólo lector, rapsodas para un sólo par de oídos, en los que activamos la capacidad o la energía que se emplearán lejos de nosotros como plagios más afortunados que el original.
Para un buen final, digamos para X que las palabras no restan, multiplican y animan todo un léxico. Para X, Y pudo solamente ser una práctica en su recorrido por el abecedario. Buen cuento, amigo.

5 07 2008
Carlos de la Fé

Al final resulta que las matemáticas tenían razón. La única incognita a despejar sigue siendo la X.
O, mejor planteado: ¿Por qué siempre tiene que existir un Señor X?
A lo mejor utilizamos las X para creernos, de cuando en vez, que somos distintos: alguna Y, alguna Z.
Y nos olvidamos de que lo único importante, es lo que sentimos cuando ponemos los sentidos alerta, cuando parece que estamos vivos, cuando somos capaces de recitar el ABCedario completo de PE a PA.
Está claro, no?
Acaso no sabes leer?
No te basta con que te lo escriban? Y además bien?
Vade Retro, seas quien seas.
Qué triste que otros te escriban el guión, pero que lástima que lo llames YO.
Mira, con Y. Griego?

5 07 2008
Toñi Ramos

«Se la regalé a X una mañana de hace muchos años . Desesperaba de soledad y tristeza. Se la regalé con el mismo amor con que he venido haciéndolo desde que Allende se fijó en mí y me bautizó con el nombre de Belisa Crepusculario «

5 07 2008
lauriota

Precioso cuento. Precioso

6 07 2008
Sandra

Alexis, cada dia que pasa narrás mejor, tus microcuentos son lo más. Tu estilo de contar atrapa.
Me quedé pensando en X, sabría que después de Y, viene Z.

8 07 2008
Capitan Nombrete

Me parecen detalles interesantes a destacar cómo X no espera nada a cambio de Y, cómo le basta verle alejarse más rico al poseer ahora su palabra. Y cómo Y la recibe y la paladea y la disfruta, exactamente lo que espera X que por eso es feliz viendole ir. Y cómo Y espera ansioso poder transmitir a otro, a otro concreto no a otro cualquiera, a Z la palabra, quizá sabiendo, al menos queriendo, que Z la reciba con la misma intensidad que la recibió ella de X.
¿No es esto lo que todo X espera que ocurra cada vez que anota una entrada en su Blog, cada vez que escribe cualquier cosa? ¿Que haya un Y que reciba todo lo que uno da? ¿Y no es esto lo más difícil del mundo?

8 07 2008
Marlene K.

…Una palabra amanecer tiene el poder de volver a resplendecer en algunas noches frías, cuando las estrellas se hacen desear. Una flor vuelve a oler desde el fondo del cajón donde la guardaste por si acaso, como hoya rara. Una palabra ternura es el acojedor abrigo que no deja que el viento del desasosiego te lleve…

La matematica cuantica da siempre resultados imprevisibles

xyz
zyx

yyy
zzz

xxx BZ

8 07 2008
Maitetxu

Yo solo espero que ya sea X, Y, ó Z me regalen esa “palabra”. Querido Alexis ya sabes que las colecciono.
Sandra en este relato la X es la última, para Y la Z es la primera letra. Seguramente y ya mezclando con otro cuento X sea la persona soñada pero Y ni caso…
Alexis estarás muy liado, pero cuanto menos tiempo mejor trabajas, cuídese dos besos

12 07 2008
Lisandro

Coincido con Lauriota en que el cuento es precioso.

Es increíble como cuentas esta historia, alrededor de una palabra.

Gracias múltiples…!!!

12 07 2008
sandra

Maitetxu cual es ese otro cuento?

13 07 2008
Maitetxu

«Onírica» Sandra, pero en realidad todos hacemos lo mismo, copiamos reproducimos en cadena…

13 07 2008
Sandra

Maitetxu ahora si todo cierra. Muy buena tu interpretación. Onírica es uno de los mejores relatos que he leído en mucho tiempo.

13 07 2008
Maitetxu

Gracias Sandra, ¡es que soy tan lista! (es broma). No en serio me he visto reflejada en la «X» tanto que incluso podría decirte la palabra…pero mejor cada uno sueñe la suya.
Yo sin conocerte te regalo una que empiezo a sentir por ti, también de afecto: “te estimo”(es timo a veces como el amor, un timo). No es el caso mi estimada Sandra, me gusta jugar con las palabras y coleccionarlas…Dos besos

14 07 2008
Sandra

Maitetxu es verdad que sos tan lista (no es broma). Soñar es mi palabra preferida.
Gracias por el regalo, y ahora «Y» «con una dulce sonrisa en los labios, … musita la palabra recibida de X. La repite varias veces para fijarla en su mente de forma indeleble. Es una palabra flor, una palabra amanecer, una palabra ternura»… y quiere duplicarla para devolversela a «X».

15 07 2008
15 07 2008
Maitetxu

Gracias Sandra…

Muchas gracias Alexis…por este cuento.

Hay sentimientos, sensaciones, emociones para las que no encuentro palabras ni dadas ni regaladas, pero viven dentro y forman por siempre parte de nuestros recuerdos.
Hay momentos únicos (como el de tu relato) de gran felicidad: para el que da para el que recibe y para la persona que en futuro le será dada.
¡A veces es tan fácil! sin dinero sin tarjetas sin maquillajes, una palabra una simple palabra: una palabra caricia, una palabra gusto, una palabra corazón, una palabra sonrisa, una palabra rubor, una palabra azar, una palabra sonido, una palabra olor, una palabra onírica…tantas palabras que podríamos rellenar un «edredón» :-*

19 07 2008
Noelia P.

Precioso.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s




A %d blogueros les gusta esto: