Balances

31 12 2010

Llega el último día del año y se supone que hay que hacer balance de los libros leídos, de las cosas aprendidas, de los autores disfrutados. Al menos, así lo hacen otros amigos que sigo, como Bosque o Espelt. A mí me cuesta recordar incluso lo que he leído este mes. Soy lector caótico, pero, aparte de esto, suelo estar leyendo varias cosas sobre la misma época y leo (y releo) muchos textos breves. En las últimas semanas, por ejemplo,  sobre la mesa hubo cuentos de Bierce, Mansfield, Capote, Mujica Lainez, Arreola y Saki, entre otros.  Por hacer un recuento, si hay que hacerlo, se podría rebuscar entre los Re-cuentos de este blog, donde están algunos de los libros que he ido recomendando semanalmente en radio. Pero seguro que algo se quedaría atrás en el inventario, pues no estarían incluidos los libros que me decepcionan, que me parecen flojos, ni aquellos que ni siquiera consigo acabar de leer. De esos no suelo hablar demasiado, porque, ¿para que hablar de un libro si no es para hacer proselitismo? Ya existen bastantes motivos para no leer y no seré yo quien contribuya a aumentar esa lista.

Y, por otro lado, aunque se acaba (para los occidentales) un año, no siento que finalice realmente nada: el tiempo continúa fluyendo hacia atrás, minuto a minuto, imparable.

Pero como hay que hacer algún tipo de balance (parece que es lo que toca), mencionaré algunos libros que me sorprendieron y lo haré de forma desordenada. Por ejemplo, comenzaré por el final: hace un par de días leí de una sentada El narrador y otros ensayos, una  recopilación de textos de Juan Manuel García Ramos, de la cual precisamente el que da título al libro, me parece agudísimo. También fue el año de descubrir a Olga Orozco, con sus Últimos poemas y a Nicanor Parra, con los Poemas para combatir la calvicie, que una buena amiga puso ante estos ojos miopes. Y de dejarme llevar por el consejo de otro amigo y permitir que Milorad Pavic me deslumbrara con su inclasificable Diccionario jázaro. Y de visitar, de una vez por todas, el inmueble en el que se desarrolla La vida instrucciones de uso, de Perec, visita que tanto había postergado. Pero, para descubrimientos, El color de la magia, una novela de Terry Pratchett que inicia la saga del Mundodisco. Este último (y desternillante), me ha venido de la mano de quien está ahí cada día, soportándome las neuras. Hacía tiempo que me lo había recomendado y yo (idiota de mí) no me había acercado a Pratchett hasta ahora.

Seguro que ha habido muchos más libros importantes para mí este año. Y seguro que me he olvidado de ellos (no porque no sean importantes, sino porque soy desordenado y no hago fichas, o, sencillamente, porque hoy tengo la cabeza ocupada con otras cosas), cometiendo así una injusticia con sus autores, vivos o muertos, con quienes me disculpo desde aquí y ahora. Pero lo dicho hasta aquí sirve para ilustrar la siguiente reflexión: el mejor modo de llegar a los libros, es a través de tus amigos y de la gente a la que quieres. A mí no me han faltado este año y sé que no me faltarán el siguiente, aunque yo sea un descastado que no llama o no responde a los correos de los amigos, y aunque a veces no repare en los consejos de las personas a las que más quiero porque ando atolondrado trabajando o, sobre todo, leyendo.

Eso es lo que te deseo para este año. No dinero (no se puede pedir imposibles y el dinero  en cantidades industriales es algo tan imposible como mezquino); no salud (eso, por mucho que digan los médicos, muchas veces no depende de uno mismo) sino que tengas a tu alrededor amigos que te recomienden libros y a una pareja que te soporte como a mí la mía y que, encima, te aconseje bien.





Nochevieja de la crisis

31 12 2010

La Nochevieja sería la fiesta perfecta, si no fuera porque cae siempre a fin de mes.





Galdós y los extraterrestres. Una defensa interplanetaria de la narrativa galdosiana

11 12 2010

Galdós y los extraterrestres. El 16, a las 19:00 en la Casa Museo Pérez Galdós

En diciembre de 2010, cuando aún no existen pruebas de vida inteligente dentro del planeta Tierra, nos llegan indicios claros de la existencia de seres intelectualmente avanzados más allá de nuestra atmósfera.

Sí, después de tantas especulaciones, de tantos visionarios, de tantas teorías de la conspiración alienígena hemos descubierto, en el mismísimo barrio de Tamaraceite, a una expedición científica procedente del planeta CDU. Tal y como su nombre indica (a nadie se le oculta que CDU son las siglas de la Clasificación Decimal Universal, que usan la mayoría de los catálogos bibliográficos), el planeta CDU tiene la forma de una inmensa biblioteca, como si hubiera sido imaginado por Borges o por Umberto Eco. Así, los cedeuícolas se alimentan, principalmente, de palabra literaria y vagan por el Universo intentando completar su siempre hambrienta biblioteca.

Según hemos podido averiguar, la expedición llegó el 17 de diciembre de 2009 con un claro objetivo: permanecer exactamente un año en Gran Canaria (adoptando la apariencia de estudiantes de Bachillerato, en el IES Tamaraceite) y recopilar 100 (y solo 100) títulos imprescindibles para comprender la literatura del planeta Tierra. Esto es, los sabios de CDU serán recogidos el 17 de diciembre de 2010 por su nave nodriza y llevarán consigo 100 títulos que nos representarán en el planeta más culto del Universo.

Estos sabios han ejercido su labor con seriedad, con celo profesional a prueba de best-sellers excesivamente publicitados, orientaciones ideológicas, modas momentáneas y otras distracciones. Han logrado recolectar una exquisita representación de las obras maestras de la literatura universal, desde la Epopeya de Gilgamesh hasta 2666 y en la que no faltan Ilíada, Odisea y Eneida, la Novela de Genji y el Panchatantra, La Celestina y el Lazarillo de Tormes, El Quijote y los dramas históricos de Shakespeare, la poesía de Lope de Vega y la Divina Comedia, el Tristam Shandy y Crimen y castigo, Madame Bovary y La Regenta, La señora Dalloway y Memorias de Adriano. No podemos aquí desplegar el exquisito catálogo reunido por los sabios cedeuístas de Tamaraceite, pero piensen en alguna obra imprescindible: con toda seguridad figura en él. A comienzos de esta semana, los sabios tenían ya 99 de los 100 libros que les era permitido llevar con ellos para su preservación hasta la eternidad en esa infinita sucesión de anaqueles que es su planeta. Sin embargo, les faltaba un libro que representara, nada más y nada menos, que a don Benito Pérez Galdós. Y, aquí, fue donde se les planteó un problema, porque, al examinar su extensa bibliografía, las diferentes facetas literarias de este genio universal, no acertaban a decidirse por una.

Enterados de su problema, y con la complicidad de la Asociación Canaria de Amigos de Galdós (que justamente ese día realiza su V Ruta Literaria), algunos terrícolas que devoran libros (y también escriben alguno de vez en cuando) se han decidido a defender cada uno su Galdós preferido. Santiago Gil, Antonio Becerra, Ángeles Jurado y Alexis Ravelo defenderán, respectivamente, los libros El doctor Centeno, Trafalgar, La fontana de oro y Misericordia como dignos aspirantes a ocupar ese lugar privilegiado entre los clásicos imprescindibles. Los terrícolas grancanarios nos jugamos mucho, porque, en caso de empate o de que los terrícolas no sean capaces de convencerles, los sabios cedeuístas han amenazado con llevarse en su lugar una novela de Stieg Larsson. Por ello se contará también con la participación del público en las votaciones. ¿Vas a permitir que un sueco ocupe el lugar de Galdós?

Apelamos a tu amor por la narrativa galdosiana y te convocamos el próximo 16 de diciembre de 2010, a las 19:00 horas en la Casa Museo Pérez Galdós (Calle Cano, 2. Las Palmas de Gran Canaria) para apoyar a los terrícolas en esta defensa interplanetaria de la narrativa galdosiana.





EEUU y los Reyes Magos

11 12 2010

Puede que ya lo sospecháramos, pero gracias a Wikileaks, ahora sabemos con seguridad que ni siquiera los Reyes Magos se libran de vigilancia. En un cable SIPDIS fechado en diciembre de 2008, emitido desde la embajada de Madrid, se realiza un informe exhaustivo acerca de los Reyes de Oriente. Para los funcionarios de esta embajada, sus majestades “suponen una seria amenaza para nuestros intereses en este país, en especial para Santa Claus Inc. y Papá Noel S.A., su filial en España”. La citada oficina se muestra muy preocupada por la mengua de beneficios de estas empresas a causa de la competencia del triunvirato de origen persa. A petición del Departamento de Exteriores norteamericano, cada uno de los tres monarcas fue investigado minuciosamente. Los resultados de estas pesquisas son desiguales. Mientras que Gaspar es definido como un “individuo de fuerte personalidad, parco en palabras e introvertido, por lo cual nunca podremos saber de qué lado está exactamente”, Melchor es descrito como “un buen amigo y socio en la zona”. Al parecer, este rey, pese a su origen persa, fue educado en universidades occidentales y “entiende y comparte los principios de una economía de libre mercado”, todo lo cual le convierte “en un potencial aliado en caso necesario”. Mayores suspicacias se plantean en torno a Baltasar. Según el informe “Baltasar es cordial e ingenioso, pero no resulta de fiar. Pese a su rechazo del extremismo islamista, en numerosas ocasiones se le ha oído opinar favorablemente con respecto a las doctrinas del socialismo panafricanista”.

El cable continúa refiriéndose a los medios de transporte utilizados por los Reyes Magos para cumplir anualmente su tarea en el reparto de juguetes. “Comparados con el trineo volador –dice el informe-, los camellos son bastante más lentos y poseen menos capacidad de almacenamiento. Sin embargo, su gran aguante y su mínimo coste de mantenimiento los convierten en temibles competidores. Su punto débil es la diabetes, a la cual son candidatos debido a la cantidad de galletas, vasos de leche y caramelos que los niños españoles les proporcionan cada año”.

“Habría que potenciar el acercamiento a Gaspar –concluye el cable-. Melchor es susceptible también de ser atraído a una postura de entendimiento. Baltasar, sin embargo, es peligroso, pero accidentes, en camello, ocurren todos los días”.

Como era de esperar, la publicación del citado documento ha suscitado las reacciones más diversas. Desde su casa en el Frío Norte, donde por estos días presenta su campaña 2010, Santa Claus ha informado que se puso en inmediato  contacto telefónico con sus Majestades para expresarles su malestar ante esta filtración. «No considero a los Reyes Magos competidores, sino amigos y esta sarta de mentiras no logrará enturbiar nuestras estupendas relaciones», ha declarado.

En la próxima entrega les informaremos de un preocupante cable referido a la vida privada del Ratón Pérez.

(Sé que Wikileaks es un asunto serio, pero no he podido evitarlo)




Querido controlador

4 12 2010

Querido controlador:

Tú sabes que nunca caíste simpático en este país (los pijos, los privilegiados, los prepotentes no suelen caer bien), y ya estarás acostumbrado a que la gente te escupa en el apellido. Puede que por eso te dé exactamente igual que, ahora mismo, la ciudadanía al completo te odie.

Ya sé que tú siempre pretendes disfrazar la defensa de tus privilegios con el lenguaje que corresponde a las uniones obreras en la lucha por sus derechos, pero hasta ahora no te ha salido bien; no hay más que ver cómo te vistes, cómo hablas, cómo te mueves para constatar que cualquier parecido entre tú y un trabajador es mera coincidencia.

En cualquier caso, podrías luchar por esos privilegios (que tú llamas derechos) de la misma manera que los trabajadores. Como seguramente no sabes mucho de democracia, intentaré ponerte al día: En un país democrático, hay varias formas de hacer huelga. Lo más habitual, es una huelga convencional, con preavisos, servicios mínimos y descuento del salario de las horas no trabajadas. Sin embargo, no eres capaz de hacer eso. Eso es cosa de personas valientes, de las que saben que se juegan sus puestos de trabajo, de las que están dispuestas a perder salario y seguridad laboral en pro de la justicia social. Prefieres tomar el sendero de la traición, una traición que toma la forma pueril del niño que no quiere ir «al cole» porque el profe le tiene manía; prefieres llevarte el juego de mesa porque no te dejan ganar a toda costa.

Me paso la vida apoyando las causas que creo justas. La tuya no lo es (por muchas excusas que pongas, no lo es) y no pienso apoyarla. Ayer pasé unas cuantas horas en un aeropuerto, formando parte de un grupo que pretendía acudir a un encuentro en el que se habían citado diversos colectivos y organizaciones no gubernamentales y que, finalmente, se quedó en tierra. De todos modos, eso da igual. Es lo de menos. Éramos todos adultos jóvenes (algunos, como yo, menos) y nos lo tomamos con filosofía. Corrió la cerveza e hicimos bromas. De hecho, muchas versaron sobre ti. Por ejemplo, alguien sugirió que en los bares deberían prohibir la entrada de animales y de controladores aéreos. Igual que quienes cumplen penas de prisión, nos tomamos con humor y solidaridad nuestro presidio. Hice, incluso, algunas buenas amistades que espero conservar. Eso debo agradecértelo.

Con nosotros, había muchas personas (en su mayoría trabajadores) que habían visto frustradas sus vacaciones. Que habían pagado noches de hotel, entradas a teatros o museos o viajes a otros países que ya no podrían disfrutar. Eso no es agradable, pero, en cualquier caso, no llega a ser grave.

Lo que me fastidió (y eso me fastidió tanto que, de tenerte ante mí, hubiera dejado de ser el individuo pacífico que soy), fue una serie de encuentros: el encuentro de un padre que intentaba dar el biberón a su hijo, quien llevaba secuestrado el mismo número de horas que él en la terminal; el de una pareja anciana que se había quedado sin poder volver a su país; el de una chica que hablaba por el móvil con una amiga (la amiga era de Zaragoza y había ido a El Prat para volar a encontrarse con nosotros; en ese momento, estaban echando a la gente del aeropuerto barcelonés y la joven, que no conocía a nadie en Barcelona ni tenía dinero para pagarse un hotel, estaba asustada).

Vi, en fin, algunas de las consecuencias desagradables tu egoísmo feraz; de tu insensatez más absoluta; de tu irresponsabilidad rayana en el terrorismo.

Algunos llaman a esto «huelga salvaje». Esto no es una huelga. Esto es el simple amotinamiento de un puñado de señoritos. Y no tengo por costumbre ponerme del lado de los señoritos.

Así que, por una vez, y sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con el Gobierno: que te lleven por la oreja a tu puesto de trabajo y, si no lo desempeñas (sé que lo harás, porque no tienes lo que hay que tener para jugarte nada), te lleven a la cárcel. Además, espero que te lluevan las demandas civiles por parte de las compañías aéreas. Espero que no sean tus jefes, sino tu colectivo, quien pague todo este desastre que has montado. Y espero, además, que luego (en cuanto se pueda formar a quienes puedan hacer ese trabajo tan importante que te han dado a ti porque pensaban que eras una persona seria) te despidan y te echen a la calle.

Nada más. Esperando que la salud te dure muchos años, para que así puedas pagar todo el daño que has causado, se despide:

Un usuario.





Homofonía del salitre

3 12 2010

Cuando volvemos de la playa, lamo tu piel preguntándome si sabes a mar.