Antes de encomendarme a San Actrón para que me cure esta autointoxicación etílica inducida por propia voluntad y las malas influencias, me pongo ante el teclado para expresar mi agradecimiento a quienes agasajaron ayer a este escritorzuelo en la presentación de Morir despacio.
Portada de Fernando ‘Montecruz’
Echábamos un pulso a Alonso Quesada, cuyas obras, editadas por el Cabildo Insular de Gran Canaria, se presentaban a la misma hora y a solo unos metros, en la Casa Museo Pérez Galdós. Sin embargo, en el Museo Domingo Rivero nos reunimos un buen centenar de personas, para hablar de novela negra y, sobre todo, de sociedad civil en movimiento.
Me gustaría saber el nombre y apellidos de cada uno de esos asistentes, para consignarlo aquí. Pero ya que no es posible, sirva esta entrada para darte las gracias por el apoyo y la participación.
Debo dar las gracias a los medios de comunicación y a los internautas que han ayudado a difundir esta convocatoria. Sin ellos no hubiera sido posible hacer eso que hicimos ayer.
Tampoco hubiera sido posible hacer nada de esto sin Jorge Liria (por supuesto), sin Fernando Montecruz (como Eladio, al final no vino, pero estuvo allí), sin Juan Manuel Brito y Javier Doreste, sin Pepe Rivero y el equipo del Museo Domingo Rivero y sin Thalía Rodríguez.
Hoy, día de la resaca, guardo un cachito de corazón para todas y cada una de las personas que estuvieron allí, en cuerpo o en alma, para demostrarle una vez más a este juntaletras que romperse la cara contra el muro de la página en blanco sigue valiendo la pena.
Ceremonias 
Pues pa estar de resaca madrugó usted, oiga. La presentación, en la situación actual, no podía ir de otra manera. El «turno de preguntas» acabó derivando en un repaso a lo que nos tiene a todos con el culo a dos manos. Si bien, gracias al magisterio de los ponentes y de algunas intervenciones lúcidas y provocadoras de los asistentes, se demostró que la trama del libro se encuentra inserta en la «rabiosa actualidad» (cómo pega, hoy más que nunca, el adjetivo) ésta acabó imponiéndose a aquella. Con ello no quiero decir que me defraudara la presentación del libro ¡todo lo contrario! solo quiero dejar constancia de que la cruda realidad casi no deja ya espacio para la actividad pura y únicamente lúdica… sin matices.
La interveción de Juan García Luján, que nos pilló a mi señora y a mí lindando asientos, respondió a la genialidad a que nos tiene acostumbrados. Joder!… qué capacidad tiene este hombre para hilar las canalladas de nuestros políticos/empresarios/inversionistas/golfantes-en-general. Fue nombrar a Emalsa y empezarme a descojonar de la socarronería que despliega el jodío.
Por cierto, comparto advocación junto con la de San Almax.
Enhorabuena, y cuídese el hígado. Besos.
De bien nacidos…enhorabuena!!! Hasta la Feria del libro???
Espero ir este año. A ver si hay suerte y tiempo y pasta. Ganas, ya sabes que sobran. jejejejeje. Un abrazote grande, amiga.
Buenas noches Alexis. Sólo quería felicitarte por tu magnífica nueva novela «Morir despacio». Impecable. Interesante. Atinadísima. Me había leido las otras novelas de Monroy y ciertamente me habian gustado, pero creo que esta es la mejor.¡Enhorabuena!
Muchísimas gracias, Andrés. Uno nunca sabe si funciona hasta que se lo dice el lector. Por eso me alegra y me tranquiliza leerte esto. Un abrazo.
[…] en noviembre para competir con otros títulos durante la campaña navideña, no se presentó hasta el día 5 de diciembre, en la víspera del puente de la Constitución, en el Museo Domingo Rivero, donde los asistentes al […]