A ver si aprendemos

13 04 2013

Ayer me di una pequeña (o gran) alegría: la de poder participar en la entrega de premios del Primer Concurso de Relatos Cortos, convocado por la Asociación Sociocultural Drago de Sataute.

Foto: Sinforiano Quintana Segura

Foto: Sinforiano Quintana Segura

No se trata de uno de esos premios con gran dotación económica, ediciones de lujo y editoriales ocultas tras la convocatoria, sino de un concurso convocado entre estudiantes de los IES del municipio de Santa Brígida (el ámbito de actuación de esa asociación), con el objetivo de estimular la creatividad e incentivar el acercamiento de los adolescentes a la literatura.

Hubo, entre otras, dos cosas que me sorprendieron. La primera, el ambiente limpio, cordial y acogedor de este grupo de activistas culturales (sí, activistas) que regalan su tiempo y su esfuerzo a su comunidad. Ellos son lo mejor que puede ser un grupo de ciudadanos: sociedad civil en movimiento. La segunda, la inesperada calidad de los relatos premiados: «El pájaro de fuego», «Los últimos recuerdos» y «Así de fácil» (no dispongo, en este momento, de los nombres de los autores y autoras de estos cuentos y siento mucho reparo en molestar a los miembros de Drago un sábado por la mañana para que me los facilite).

Si «Así de fácil» es un brevísimo texto sobre la crueldad, el sentimiento de inferioridad y la culpa, y realiza una indagación psicológica con profundidad y claridad que envidiaría más de un escritor «profesional», «Los últimos recuerdos» indaga en el arquetipo del prisionero, del aislado (por motivos políticos, además) y reflexiona sobre la clásica figura de la liberación por el arte. Last but not least, el relato ganador, «El pájaro de fuego» es un relato de gran complejidad estructural, que juega elegantemente con los puntos de vista y exhibe un sobrio manejo de la intriga narrativa, además de describir un fragmento musical de la obra homónima de Stravinski de manera, diría yo, exquisita.

No he podido leer ningún otro del casi medio centenar de textos presentados al concurso, pero para muestra bastan estos tres botones estupendos.

Ahora puede venir cualquiera a decirme que la juventud está perdida, que tiene mucho que aprender y que ya no hay respeto y demás zarandajas. En mi opinión (una opinión que se afirma cada vez que tengo contacto con jóvenes) tienen mucho que enseñarnos a nosotros, los adultos, que nos creemos tan listos y sabemos tan poco.


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4 responses

13 04 2013
Paula Nogales

LA GUAPÍSIMA CHICA DE CABELLERA ROJIZA QUE LUCE CAMISETA LILA ES MI QUERIDA SOBRINA CONCHI CASTELLANO NOGALES, YEAAAHH!!!!!!!

13 04 2013
Paula Nogales

http://dragodesataute.blogspot.com.es/2013/04/conchi-castellano-nogales-ganadora-del.html

La alumna Conchi Castellano Nogales, de 1º de Bachillerato del IES Santa Brígida, ha resultado vencedora del I Concurso de Relatos Cortos organizado por la Asociación Sociocultural Drago de Sataute con su narración “El Pájaro de Fuego”. El jurado valoró el original engranaje de su historia, inspirada en el ballet de Igor Stravinsky, la belleza expresiva del lenguaje, y sus exquisitas imágenes musicales, y resolvió otorgarle el Primer Premio del certamen literario, en un acto que tuvo lugar en el día de ayer en el local social de la asociación satauteña.
En dicho evento, que contó con la participación del escritor grancanario Alexis Ravelo, el joven Ernesto Torres Toledo obtuvo el Segundo Premio por su obra “Los últimos recuerdos” y Carmen de la Nuez Ramírez el Tercero por su relato denominado “Así de fácil”.

El I Concurso de relatos cortos, convocado por la Asociación Drago de Sataute, ha tenido una participación de 48 relatos, de los cuales 33 han sido de alumnos del IES de Santa Brígida y 15 del IES de la Atalaya.

13 04 2013
Paula Nogales

…y toca el piano, flauta travesera, guitarra, canta, pinta… («me se» cae la baba bastante, ¿no?, ¡¡tengo yo unos sobrinos…!!)

14 04 2013
Maite Sagaseta

Gracias Alexis por tus valoraciones, y por tu presencia y aportación al acto de entrega de premios, que salió muy bonito. Desde el primer momento en que empezaron a sonar las flautas dulces hasta el final estuvo «tocado» por una inesperada magia que lo convirtió en un rato muy agradable. Todo el proceso del concurso ha sido satisfactorio, lo que nos anima a pensar en futuras ediciones. Hemos comprobado que en Santa Brígida la juventud escribe, y muy bien, así que hay que seguir animándoles. Se presentaron muchos buenos relatos; estos tres, sorprendentes.

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